Opinió

Todo pasa y todo queda

 

Con “That’s all Folks” finalizaban los capítulos de los dibujos animados de Bugs Bunny. Y finalmente, después de muchos amagos de Torra y su corte de los Borgia, se acabó esta XII legislatura: kabuki, estéril y breve como la anterior. Cuando acabas un libro, no se acaba. Se esconde dentro de ti; para procesar la información y seguir creciendo.

Recuerdo la primera vez que asistí a una radio para una entrevista política. Me parece que hace siglos, pero en realidad no hace tanto. Jugaba en casa, Cat Radio Aran, y la periodista, que me conocía, me preguntó sorprendida por mi salto a la vida pública: –Una persona tímida como tú, ¿cómo piensas sobrevivir en la política? –José Martí me susurró al oído que le respondiera: “Yo soy un hombre sincero de donde crece la palma y antes de morirme quiero echar mis versos del alma”. Pero ante el riesgo que algún listorro deformara mi relato, diciéndome que Martí era independentista, cubano, me limité hacerle notar lo que se define como “la osadía de los tímidos” y así comenzó mi camino político encomendado a San Cristóbal con 80.000km/año y a “Cachita” la Virgen del Cobre, de mi amigo José Martí.

Paso revista de mi actividad estos años en Barcelona, antes de que las olas borren nuestras huellas en la arena, y modestamente creo que hemos sido útiles: parando un golpe que en los términos que lo planteaba Puigdemont y su corte, nos hubiera devuelto al ius maletractandi de tiempos de los remensas.

Pero el peligro continúa, no ha pasado, ha mutado y se ha extendido al resto de territorios del estado. Encabezado por la banda de triada oscura que en otro tiempo fue el PSOE, totalmente ajenos a los problemas reales de la gente. Abducidos por el falcon y los castillos de taifas.

Luchar contra la corrupción, por el mundo rural, la vertebración del territorio, por precios justos para nuestros payeses, por los autónomos, las infraestructuras del territorio, la libertad de lenguas, el deporte, la modernización de la administración, la no subida de impuestos y un largo etc. han sido el trabajo y la pasión de estos años en la vida pública, y si no hemos podido hacer más o mejor, también es momento de pedir disculpas.

Luchar contra la corrupción, por el mundo rural, la vertebración del territorio, por precios justos para nuestros payeses, por los autónomos, las infraestructuras del territorio, la libertad de lenguas, el deporte, la modernización de la administración, la no subida de impuestos y un largo etc. han sido el trabajo y la pasión de estos años en la vida pública

Seguramente no se aprecia en la calle, pero tengo la conciencia tranquila de haber hecho todo lo que estaba en mis manos para mejorar la vida de la gente, de toda la gente. No como el saliente gobierno tan solo preocupado por 11 presos y su corte de socios financieros obsecuentes del régimen.

Vivimos tiempos de Covid. Sánchez, orondo, anuncia la vacuna en su Aló Presidente y se quita de en medio. Las fotos de muertos y devastación económica no le favorecen y como buen tahúr del Mississippi recoge las cartas del tapete adverso, derivando las medidas impopulares a las CCAA.

Difícil hacerlo tan mal como se ha hecho en Cataluña: prepotencia, insensibilidad, negligencia, improvisación, falta de imaginación para un gobierno sin más vacuna que repartir lazos amarillos a modo de “soma” de Un Mundo Feliz y aun así todavía hay quien les ríe las gracias. Pero como decía Reverte: “es peligroso disfrutar de las ventajas de ser ciudadano romano y al mismo tiempo aplaudir a los bárbaros”.

Hoy es el día más corto del año, cada día que pase; la noche morirá antes y nos traerá la claridad. Estaremos donde la gente decida situarnos y seguiremos batallando contra los “Hunos y los Hotros” que decía Unamuno. Con la responsabilidad de que los Gremlins no se mojen, ni coman después de medianoche.